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Gabinete de Seguridad confirma que agentes dejaron ir a sobrino de Caro Quintero

Foto: Especial

El Gabinete de Seguridad Federal ha confirmó que agentes de la Fiscalía General de Quintana Roo permitieron la liberación de José Gil Caro Quintero, sobrino del capo Rafael Caro Quintero y uno de los líderes del Cártel de Caborca, a cambio de un millonario soborno.

La detención de José Gil Caro Quintero, conocido como “Don José” o “Pelo Chino”, tuvo lugar en la madrugada del jueves en Tulum, Quintana Roo, después de que fue arrestado por la Policía Municipal en un restaurante local, donde se encontraba con una mujer y dos individuos armados, presuntamente sus escoltas.

Las autoridades municipales entregaron a Caro Quintero a cuatro agentes de la Policía Ministerial de la Fiscalía de Quintana Roo, con el propósito de presentarlo ante el Ministerio Público. No obstante, los agentes ministeriales liberaron al “Pelo Chino” a cambio de un soborno de aproximadamente 15 millones de pesos, según fuentes anónimas. El acuerdo para ocultar esta transacción habría involucrado a lotras autoridades estatales.

Funcionarios estatales han informado que tres de los agentes involucrados en la liberación de José Gil Caro Quintero fueron detenidos y están siendo investigados por su participación en este incidente. Cabe destacar que Caro Quintero es buscado por las autoridades de los Estados Unidos.

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José Gil Caro Quintero asumió el liderazgo del Cártel de Caborca ​​en Quintana Roo después de la detención de su sobrino, Rubén Payán Adame, en febrero. La organización se ha centrado en el tráfico de drogas y armas desde Centroamérica y Sudamérica.

Tras la detención de Rafael Caro Quintero en julio de 2022, el Cártel de Caborca ​​quedó bajo el control de sus sobrinos, incluido José Gil Caro Quintero. Según informes de inteligencia, Caro Quintero es el responsable de traficar grandes cantidades de narcóticos desde Sudamérica a México, llegando a través de las costas de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo. Las autoridades mexicanas lo han señalado como un objetivo prioritario, y la DEA ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que conduzca a su captura.