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SFP omitió investigar indicios de daño al erario en contratos del IMSS (Tercera Parte)

Foto: SFP

Jorge Torres

La secretaría de la Función Pública (SFP) decidió ignorar las advertencias de la Dirección de Administración y Finanzas de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), en donde le enumeraba los elementos necesarios para iniciar una investigación sobre posible daño al erario en contratos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), diseñados para beneficiar a la empresa alemana Boehringer Ingelheim.

En marzo pasado, tres días antes de que fuera sometido a dictamen el procedimiento de excepción del IMSS para omitir una licitación pública y adjudicar de manera directa contratos a Boehringer, Thalía Lagunas Aragón, subsecretaria de la Función Pública, tuvo en sus manos el oficio que detallaba las irregularidades de la maniobra del director del IMSS, Zoé Robledo, para beneficiar con contratos millonarios a la farmacéutica alemana.

En cuestión de horas, el organismo encargado de mantener a raya los actos de corrupción del gobierno, avaló la compra irregular y autorizó los contratos a modo del IMSS, no obstante las evidencias de posible daño al erario por más de 740 millones de pesos.

Thalía Lagunas respondió al oficio de Birmex aduciendo que tenía que realizar la compra con base en lo que había pedido el IMSS, es decir, sujetándose a la clave señalada en la solicitud de excepción para burlar la licitación pública.

No hubo ninguna observación al hecho de que el Seguro Social había decidido cambiar las claves del medicamento Dapaglifozina de AstraZeneca, por la Empagliflozina, de Boehringer. El primero, utilizado en terapias para diabetes mellitus tipo 2 e insuficiencia cardíaca, y señalado por el IMSS “como parte de la estrategia denominada triple optimización”, y el segundo, prescrito solo para terapias de diabetes mellitus tipo 2.

No hubo, tampoco, observación alguna al hecho de que los costos se elevaban considerablemente entre uno y otro medicamento. La Dapaglifozina de AstraZeneca, según el valor de los contratos tendría un costo de 820 millones 517 mil 51 pesos, mientras la clave que contiene el medicamento de Boehringer, la Empagliflozina, alcanzó un valor de mil 564 millones 331 mil 980 pesos en la investigación de mercado que realizó Birmex.

El IMSS había argumentado que sólo había un vendedor de patente para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, y a partir de ese supuesto hecho adjudicar los contratos de manera directa a Boehringer, por eso solicitó expresamente la clave del medicamento de la empresa alemana.

Sin embargo, la investigación de mercado de Birmex, encontró que había dos vendedores de patente para esa terapia, y que una de las claves servía para lo que el propio IMSS había señalado, la “triple optimización”, es decir, la Dapaglifozina de AstraZeneca contenía sustancia activa para dos terapias, mientras la solicitada por el IMSS solo para una.

La subsecretaria de la Función Pública, Thalía Lagunas, omitió abrir una investigación a partir de la información que Birmex le puso sobre la mesa. Un intempestivo cambio de claves para favorecer a una empresa farmacéutica con un posible daño al erario por 743 millones 814 mil 929 pesos, no fueron razones suficientes para, por lo menos, hacer las preguntas conducentes a la oficina del director del IMSS, Zoé Robledo.

La respuesta de la Función Pública, en espera…

En la Secretaría de la Función Pública se comprometieron a realizar las gestiones necesarias para que la subsecretaria Thalía Lagunas de una versión ante el cuestionamiento de por qué avaló en cuestión de horas un procedimiento a todas luces irregular, con indicios de daño al erario y diseñado para beneficiar a una empresa farmacéutica. En la redacción de El Post seguimos en espera para hablar con la funcionaria.