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Crisis interna en el INE desencadena ola de renuncias de funcionarios clave

Foto: Especial

La actual crisis interna del Instituto Nacional Electoral (INE) está generando una serie de renuncias por parte de funcionarios de alto nivel, lo que plantea preocupaciones significativas sobre la estabilidad y la imparcialidad del organismo encargado de supervisar los comicios de 2024. La raíz del problema radica en la marcada división del consejo general del INE en dos grupos: aquellos afines a la nueva presidenta, Guadalupe Taddei, y otros seis consejeros que se han convertido en un muro de contención contra las decisiones y designaciones de la presidenta.

En los últimos meses, se han registrado renuncias destacadas, como la de Jorge Humberto Torres, titular de la Unidad Técnica de Servicios de Informática, una posición clave para la operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Además, Carmen Pumarino, encargada de despacho de la dirección ejecutiva del Servicio Profesional Electoral Nacional, también presentó su dimisión, generando preocupaciones sobre la capacidad del INE para gestionar eficazmente el proceso electoral.

Esta no es la primera vez que se enfrenta a una crisis interna; ya en los últimos ocho meses se registraron renuncias masivas tras la entrada en funciones de Guadalupe Taddei. En ese momento, se produjo la dimisión de figuras clave, dejando varias direcciones estratégicas acéfalas, dirigidas por encargados de despacho sin la legitimación necesaria.

El conflicto interno ha afectado la designación de cargos estratégicos, como la Secretaría Ejecutiva, y ha llevado a la falta de consenso entre los consejeros electorales. Las propuestas presentadas por Taddei no han obtenido el respaldo mayoritario, lo que ha llevado a mantener varias posiciones con encargados de despacho, lo que afecta la estabilidad y eficacia del organismo.

La reciente renuncia de Jorge Humberto Torres se suma a la lista de vacantes en la junta general ejecutiva, encargada de organizar el INE y, por ende, el proceso electoral en curso. Esta situación ha generado tensiones y divisiones en el seno del consejo, evidenciando la falta de consenso y la necesidad de abordar los desafíos internos para garantizar la transparencia y la legitimidad en las elecciones de 2024.

A pesar de los esfuerzos por minimizar la crisis, los reclamos se han vuelto públicos, y seis consejeros han aprobado un acuerdo para exigir propuestas y destrabar los nombramientos de las direcciones ejecutivas en un plazo máximo de 30 días. La falta de consenso y las divisiones internas plantean serias interrogantes sobre la capacidad del INE para cumplir con su misión de brindar certeza y transparencia en el proceso electoral, poniendo en riesgo la integridad del sistema democrático en México.