China busca fortalecer el yuan en América Latina
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En su búsqueda por fortalecer su influencia económica a nivel mundial, China está promoviendo el uso del yuan como moneda de intercambio comercial, lo que tendría un impacto significativo en las relaciones comerciales entre China y Latinoamérica.
Para lograr una mayor presencia en la región, China ha establecido una serie de acuerdos bilaterales con países de América Latina para facilitar el intercambio directo entre el yuan y las monedas locales. Estos acuerdos permiten a los países de la región realizar transacciones comerciales y de inversión utilizando el yuan, evitando así la necesidad de convertir sus monedas en dólares estadounidenses. Un ejemplo destacado es el acuerdo de intercambio de monedas entre China y Brasil, que se estableció en 2013 y ha facilitado un mayor uso del yuan en el comercio bilateral.
El país asiático también ha promovido el uso del yuan como moneda de financiamiento para proyectos de infraestructura en América Latina. A través de instituciones financieras como el Banco de Desarrollo de China, se ofrecen préstamos en yuanes para proyectos de gran envergadura en la región. Esto no solo fomenta el uso del yuan, sino que también reduce la dependencia de los países a las monedas tradicionales de financiamiento, como el dólar estadounidense.
Rápido crecimiento
El comercio bilateral entre China y América Latina en yuanes ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Según datos del Banco Popular de China, el comercio bilateral en yuanes entre China y América Latina alcanzó los 303.5 mil millones de yuanes (aproximadamente 47.3 mil millones de dólares) en 2021, lo que representa un aumento de 35 por ciento en comparación con el año anterior. Este incremento refleja la creciente confianza en el yuan como medio de intercambio comercial.
Finalmente, China también ha estado trabajando para establecer centros financieros en América Latina donde se pueda realizar el comercio en yuanes. Un ejemplo destacado es la iniciativa de establecer un centro financiero en la Ciudad de México, que permitiría el intercambio directo entre el peso mexicano y el yuan chino. Esto facilitaría el comercio bilateral y promovería el uso del yuan en México y otros países de la región.
Toda esta estrategia tiene un objetivo claro: lograr que el yuan se posicione como una de las la monedas más utilizada en el mundo para transacciones comerciales y debilitar al dólar en la medida de lo posible; así como fortalecer la economía china y permitirle seguir influyendo en los mercados internacionales.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de China, el yuan apenas se utiliza en el 5 por ciento de las transacciones comerciales a nivel mundial, y según algunos analistas, el crecimiento del yuan dependerá de las propias reformas internas de China y de cuánto abra sus mercados financieros. Y eso, dicen, no está ocurriendo.